Colón entró otra vez en un bache del que le está costando muchísimo salir. Ya le había pasado en esta misma temporada, y en aquel momento le terminó costando quedarse fuera de la pelea por el ascenso antes de lo esperado. Era un error que se esperaba corregir, pero sigue ocurriendo lo mismo, lo que duplica la preocupación.
Colón perdió gol y se volvió preocupante la merma de local
Colón acumula seis sin ganar, con tres derrotas en el Brigadier López, perdiendo su gran fortaleza, ya que es donde sacó la mayoría de los puntos en el torneo

UNO Santa Fe | José Busiemi
Durante su ciclo, Ariel Pereyra dijo que estaban "esperando esto" y que estaban " preparados" para resolverlo, pero no lo lograron y terminó siendo despedido. Ya son seis partidos sin ganar, con cinco derrotas consecutivas que encendieron aún más las alarmas. Dentro de esa mala racha, se registran tres caídas seguidas como local, en un estadio donde el equipo solía fortalecerse. Ahora, cualquier rival se anima, le pierde el respeto y le "moja la oreja".
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En el Brigadier López Colón obtuvo 10 de los 14 puntos que tiene, por eso esta situación se volvió especialmente preocupante: la localía siempre fue su mayor fortaleza. Más aún teniendo en cuenta que de visitante le cuesta todavía más. Ahí radica una de las claves del desplome en el rendimiento y la pobre cosecha de puntos.
Colón, sin fortaleza en casa y sin gol
A todo esto se le suma un serio problema de eficacia ofensiva. En estos seis partidos sin triunfos, el equipo apenas convirtió cuatro goles, y todos fueron jugando fuera de Santa Fe. La última vez que marcó en el Brigadier fue en el 2-0 ante Central Norte. Lapidario para un equipo que tiene otras pretensiones.
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Si bien la trillada frase "falta mucho" sigue vigente, está claro que si no se corta esta racha o no se endereza el rumbo pronto, se pagará caro al final. En Colón lo saben y, como primera medida, será clave romper el molde ante Estudiantes de Río Cuarto y luego recuperar la fortaleza en el Brigadier López, donde jugar con 30.000 personas parece más una presión que un impulso en esta Primera Nacional.