Colón cerró una semana complicada luego de quedar fuera de la lucha por el segundo ascenso, debiendo jugar en la Primera Nacional de nuevo en 2025. Un golpe a la moral y al proyecto de la dirigencia, que apostó por la vuelta rápido a la Liga Profesional y el destino no acompañó.
En Colón cruzan los dedos para que ningún jugador que finaliza contrato se lesione
Con Colón fuera de carrera por el segundo ascenso, se perfila una importante sangría para 2025 y se espera que no haya lesionados por un tema clave
Obviamente que a eso hay que sumarle el cúmulo de malas decisiones que deparó en la pobre cosecha en la segunda mitad del campeonato. Una campaña que necesitó de cuatro técnicos y ni así alcanzó. Terminó cuidando penosamente su lugar en el Reducido y le alcanzó solo para definir de visitante ante All Boys, con el que empató y quedó fuera.
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Ahora todo es materia de análisis y resolución con dos meses sin competencia y sueldos que pagar, con un aguinaldo también. Por si fuera poco y quizás lo más importante, la merma en los ingresos por cuota y la venta de palcos y plateas por quedar fuera de carrera antes de lo esperado. Un problema mayúsculo en lo económico.
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Un tema no menor en Colón
Tras entrenar este jueves y viernes, el plantel fue licenciado hasta el lunes para retomar los trabajos en el predio sabiendo que no habrá actividad oficial. En diciembre recién será momento para las vacaciones y la planificación del armado del próximo proyecto seguramente con Diego Osella como DT.
Pero hay un detalle para no pasar por algo: evitar que no haya lesionados de gravedad en este interín. Si bien hay jugadores que cerraron el campeonato en recuperación, sus plazos iban hasta diciembre. Por convenio, si llegara a darse una baja considerable, el club estaría obligado a renovarle el contrato. Es cierto que hay cosas que fueron cambiando, pero esto se mantendría. Sobre todo, atendiendo a aquellos cuyos vínculos expiran el 31 de diciembre y no estarían en los planes.
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Los trabajos que se hacen son una exigencia mucho mejor, pero no puede descartarse nada, por lo que en Colón cruzan los dedos para que el fin de este ciclo sin el objetivo cumplido sea lo mejor posible.