Hay películas que generan expectativas antes de llegar a cines, y otras que reciben críticas antes de que nadie las haya podido ver. Nosferatu es una de esas pocas obras que se encuentran en ambas categorías, y no, no es el clásico del cine mudo alemán de los años 20.
Nosferatu, en su estreno, tuvo protestas porque usaron 5.000 ratas en la película
La película de Robert Eggers basada en el clásico del cine mudo, Nosferatu, encendió la indignación de la asociación por los derechos de los animales
Han pasado más de cien años y su remake, en 2024, se ganó un enemigo al estrenar.
La asociación de Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta), protestó el domingo durante el estreno de Nosferatu en la Academia de cine de Hollywood. La organización por los derechos de los animales envió una “rata gigante” hasta el mismísimo Teatro Samuel Goldwyn para “dejar las cosas claras”. ¿La razón? Las 5.000 ratas vivas que el director Robert Eggers ha usado durante una secuencia de la película, en la que las ratas descienden sobre Londres, trayendo consigo la peste bubónica.
En un comunicado, la directora de animales en el cine y la televisión de Peta, Lauren Thomasson, afirma lo siguiente: “En la vida real, no es más probable que una rata dañe o mate a un ser humano que un vampiro, y las falsas representaciones de estos animales como heraldos de la muerte niegan a los espectadores la oportunidad de verlos como los individuos inteligentes, sociales y afectuosos que son. Las únicas “plagas” que deben preocupar a los cinéfilos son los directores que someten a los animales al caos y la confusión de un set de rodaje, y Peta anima a todo el mundo a ver más allá de estos estereotipos vergonzosos y a dar a las ratas el respeto que se merecen”.
Nosferatu, un vampiro y las ratas
La película llegó a los cines en Navidad, y en algunos preestrenos selectos sí se ha comentado la famosa escena de las ratas. Durante una de las primeras proyecciones de la película, Eggers comentaba la secuencia con Guillermo del Toro: “Si hay ratas en primer plano, son reales, y luego se diluyen y se convierten en ratas de CGI en segundo plano. Y estaban bien entrenadas. No sabía que las ratas tienen incontinencia, así que el olor es una locura”. Por su parte, el diseñador de producción aseguraba en Variety que se tomaron todas las medidas necesarias: “Las ratas. Ninguna se perdió. Las encontramos a todas. Estaban todas allí. Construimos estas barreras de plexiglás para que las ratas vivas estuvieran en una zona controlada. En la escena de la calle, los caballos están a un lado de la barrera de plexiglás y las ratas al otro, para que las ratas no pasen por debajo de sus patas y queden aplastadas, así nadie salió herido”.
La película de Robert Eggers (La bruja, El faro) reimagina la película homónima de 1822 dirigida por Robert Wiene con nuevos y grandes actores como Nicholas Hoult, Willem Dafoe, Lily-Rose Depp o Bill Skarsgård como el icónico Conde Orlok. La película cuenta la historia del joven matrimonio Hutter y su llegada al castillo del Conde Orlok, en el que empiezan a desatarse extraños sucesos producidos por una monstruosa criatura que busca a la mujer de los Hutter sin descanso, sin saber que esa extraña criatura no es otra que el mismo Conde Orlok convertido en un vampiro.