Cada persona tiene un temperamento diferente y reacción frente a cada situación. Acá te dejamos un listado de cómo y por qué se enoja cada signo del zodiaco y cómo hacer para remediar esta situación.
Cómo se enoja cada signo y qué hacer para remediarlo
Aries
Aries es un signo de temperamento apasionado y cuando se enoja provoca una tempestad. Si la pelea es contigo, no se callará y te gritará las cosas sin tapujos. Si el asunto es de gravedad, prepárate porque enfadado no conoce la diplomacia. Hasta que no haya descargado toda la adrenalina no entrará en razón. Tendrás que esperar a que se haya calmado para argumentar o disculparte ya que todo terminará peor si te pones a discutir.
Un consejo: Déjalo solo o por lo menos retírate... tu presencia le recordará todo lo que le has hecho constantemente.
Cuando se haya enfriado, podrás dialogar sin problema y hasta te pedirá disculpas si se ha equivocado o por su exagerada reacción. Los arianos no suelen guardar rencor.
Tauro
Tauro es un signo tranquilo. Muy paciente, aguanta mucho hasta que en un momento estalla y se convierte en una fiera. Si no te gusta verlo fuera de si, no te empeñes en sacarlo de sus casillas. Cuando los taurinos se enfadan, pueden llegar a la violencia física para lograr descargar tanta tensión acumulada. Aunque esté muy furioso, siempre conserva una cuota de racionalidad.
Una vez desatada su ira, no lo busques, no trates de darle explicaciones y no lo apresures a nada porque su enojo tarda bastante en desaparecer. Si te quiere, él mismo volverá para arreglar las cosas. Si no te aprecia, olvídalo... Tauro puede guardar resentimiento durante años o toda la vida. Es un signo constante tanto con sus amores como con sus antipatías.
Géminis
Géminis es un signo de carácter alegre y antes de dramatizar sobre un problema prefiere bromear. Ahora bien, una vez que se enoja, no se reprime ni se guarda nada. En realidad, no duda en iniciar una batalla con su mejor arma, la palabra. Jamás pierde su capacidad para argumentar y si la cosa se pone fea, irá elevando su volumen, su tono y afilará su hiriente lengua.
La discusión será devastadora, sin embargo e increíblemente, quizás ni la recuerde al otro día. No es de guardar rencor ni resentimiento. Si la cosa es grave, lo más seguro es que te borre de su vida. Si lo humillas intelectualmente delante de los demás, estará pendiente para poder vengarse de la misma manera.
Superada la tempestad, Géminis prefiere solucionar sus diferencias mediante un diálogo tranquilo, dejando atrás todas las tensiones.
Cáncer
Cáncer es un signo sensible e intuitivo que absorbe todas las emociones que percibe de su entorno. Si se encuentra en un ambiente hostil se contagia de esa vibración negativa; si el ámbito es relajado y optimista, se dejará atrapar por las ondas positivas.
Si se enoja por poca cosa, habrá que esperar un poco a que se le pase o conquistarlo nuevamente a partir de un abrazo, una sonrisa, una mirada. Más que las palabras, para Cáncer estos pequeños gestos son mucho más reconciliadores. De todas formas no olvides que son muy perceptivos y te perdonarán fácilmente si tus intenciones son sinceras y amorosas, de lo contrario, percibirá la falsedad y el perdón ya no será tan sencillo.
Ahora bien, si el enojo es grande, los cancerianos son imprevisibles. No por nada son el signo que acapara el mayor número de asesinatos y crímenes pasionales.
Por supuesto que, sólo unos pocos pierden el norte en ese extremo, pero sirve para entender que pueden llegar a ser muy violentos cuando se sienten heridos o cuando hieren a las personas que ama.
En lo cotidiano es de enfadarse u ofenderse por sus inseguridades. En estos casos, opta por alejarse del escenario del conflicto para calmarse o para vengarse sutilmente.
Lo aconsejable para volver a acercarte a Cáncer, es hacerlo con amor y paciencia. Si llegas con violencia y agresividad, absorberá esta energía y las cosas se pondrán peor. Bríndale seguridad demostrándole cuánto lo quieres y el conflicto se apaciguará prontamente.
Leo
Muchas personas no pueden vivir sin pelear, enojarse o discutir, pero no es el caso de Leo. A este signo no le gusta enfadarse, sino todo lo contrario: Quiere disfrutar de la vida jugando y divirtiéndose, luciendo su gran porte por el mundo.
Este signo tiene fama de vanidoso, orgulloso, egocéntrico y lo es, pero no mucho más que cualquier persona. La mayoría de las personas goza de los halagos y el reconocimiento solo que Leo lo admite y demuestra más. No le gusta que lo dejen en ridículo, ni que lo excluyan. ¿Y a quién le gusta eso? A Leo no, y te lo explicará claramente: "No te pases conmigo, que yo valgo mucho".
Leo se molesta si le llevan la contra en temas que tiene bien claros, o cuando lo traicionan en algún asunto profesional importante.
Su enfado, como el de Tauro, es visible, físico y muy agresivo. Desata su furia cuando se meten con quienes quiere, porque además, están hiriendo su orgullo protector.
Los leoninos son nobles y atacan de frente cuando sienten la amenaza directa. Son implacables pero no rencorosos... para ellos sería darle excesiva importancia a quien se atrevió a lastimarlo. Si te quiere, enseguida dejará atrás el dolor y los errores pero mientras dure el enojo, te odiará y lo peor que puedes hacer es hablarle. Necesita calmarse y eso le lleva más o menos un tiempito. Aléjate hasta que se le pase para poder reconciliarte y salvar tu vida.
Virgo
Virgo es un signo de predisposición nerviosa, que busca continuamente la perfección y que se estresa con facilidad, sin embargo no es de enojarse. Es capaz de enfadarse más consigo mismo que con los demás.
El lógico y bueno de Virgo comprende a cada persona y entiende que cada cual debe ocuparse de sus errores. Ahora bien, la falta de consideración y respeto, el incumplimiento de la palabra o la falta de ética, le hacen hervir la sangre.
Casi siempre controla sus emociones y parece imperturbable o demasiado sereno ante el conflicto. No te lo creas, la procesión va por dentro.
En pocas ocasiones, cuando la furia lo supera, puede reaccionar sorpresivamente revoleando algo, o pegándole fuertemente a la mesa.
Como ocurre con la mayoría de los signos, es mejor dejarlo hasta que se le pase. Si la sigues, puedes terminar deteriorando para siempre tu relación con ellos
Cuando Virgo se aplaca, es el momento de explicarle el cómo y el porqué de lo sucedido. No vayas a querer acercarte ofreciendo falsas disculpas. Siempre tendrás que hacer las aclaraciones pertinentes y dar tus razones.
Es posible que se desahogue contándole a alguien sus problemas, pero no se desquitará ni vengará jamás.
Libra
Libra es uno de los signos menos propensos a enojarse. Su gusto por las buenas formas, la diplomacia y la armonía, no es compatible con los conflictos y la violencia. Libra huye de todo eso. Sin embargo, es de acercarse a ese tipo de situaciones cuando ejerce de mediador entre dos partes enfrentadas, en la búsqueda de un equilibrio.
Libra siempre sonríe y se comporta de un modo apacible y encantador la mayor parte del tiempo.
Los enojos o molestias ocasionales surgen cuando lo ignoran mientras habla muy compenetrado de algún tema; cuando lo dejan mal parado injustamente; cuando maltratan a un inocente.
No es de reaccionar con furia y en plena efervescencia, se detiene a pensar si merece la pena enfadarse o si puede arreglarlo de otra manera.
Ahora bien, si decide que hay motivos, puede dejarse llevar por la emoción y actuar como un energúmeno. Esta muestra de indignación o furia dura muy poco, pero si consideran que no mereces perdón, olvídate de ellos.
Escorpio
Escorpión es el signo del autocontrol: Es un gran actor ocultando cómo hierve de indignación.
Si algún comentario no le gusta o si lo cree fuera de lugar, si se siente celoso, presionará sus labios, mirará hacia otro lado y te ignorará con un silencio sepulcral. Lo primero que hace es retirarse de la escena. No pierde la calma sino el habla.
Es muy probable que los demás no perciban su enojo hasta que les clave su aguijón. Es un error esperar reacciones inmediatas y transparentes de este signo. Son muy intuitivos, perciben el punto débil del oponente y saben cómo hacer para vencerlo. No siempre son manejadores o manipuladores; sin embargo, deben aprender cuándo detenerse, ya que no se conforman con ganar: Quieren también destruir al enemigo. Pueden demorar años en perdonar y olvidar.
Sagitario
Sagitario no pasa mucho tiempo de su vida enfadado, pero cuando lo está, es de temer. Es muy expresivo y el enojo se le ve en la cara. Acto seguido, empuña el arco y ataca con su flecha sin importarle dónde pegue. Aunque no quiere hacer tanto daño, pega donde más duele.
Sus estallidos de furia son rápidos, intensos e inesperados y por lo general, están relacionados a la falta de libertad de acción.
Cualquier cosa que frustre sus planes, lo fastidia muchísimo y puede desatar su ira. Lo mejor es que permanezcas en silencio, si no quieres que se ponga más furioso todavía. Si no es para tanto, enseguida se le pasará y se olvidará del asunto. Si la cosa fue grave, déjalo explotar sólo y cuando baje un cambio, aclaras lo que haya quedado pendiente.
Capricornio
Pese a su apariencia distante y misteriosa, Capricornio es un signo muy sensible y se molesta muy fácilmente. Si se siente herido o enojado casi no lo demostrará: es muy reservado y le gusta tener el control sobre sus emociones.
Para que este signo reaccione con furia la situación debe ser especialmente seria. Y, cuando le da rienda suelta a su enojo, deja a todos asombrados, fuera de juego. Hay que dejarlo solo para que no se enfade aún más.
Capricornio no quiere que nadie le hable: No quiere explicaciones, ni disculpas, ni palabras afectuosas. Dependiendo de la situación, podría calmarse si alguien le ayuda a ver las cosas con sentido del humor, pero esto es muy arriesgado si no lo conoces bien.
Capricornio es práctico y sabe serenarse sólo. Leer, escuchar música, dar una caminata, le ayudan a liberarse de la tensión negativa. Cuando se ha calmado, reflexiona sobre lo sucedido y sin dejar que las emociones distorsionen los hechos, consigue que sea más fácil aclararlo todo.
Ahora, si se siente demasiado dolido, se esfuerza en no dedicarle más tiempo ni energía al otro. Es capaz de guardar un profundo rencor y resentimiento, cargando de culpas y castigando a la otra persona (alejan su cara cuando te acercas, te aíslan y desprecian) esperando que te esfumes de su vida.
Acuario
Acuario controla sus emociones, está acostumbrado a debatir con gente de diferentes ideas y sabe manejarse en grupo. No es común verlo enojado y cuando lo hace, tampoco es de perder la cordura.
Más que enfurecerse, Acuario tiene broncas esporádicas: Da un portazo y se va, o te dice algo cruel mientras se despide. Quédate en silencio porque bastará con que digas algo para que te demuestre lo contrario. Es muy impredecible. A pesar de su despego, acuario es muy sensible y no le gustan nada las peleas. Cuando se enoja, necesita tiempo y espacio para enfriarse.
Mientras dure su fastidio, es posible que no te atienda al teléfono; no responda tu correo, ni te reciba cuando vayas a aclarar las cosas en persona. Preferirá eso, a que le veas perder los estribos. Si la pelea no fue para tanto, acuario mismo te buscará para dialogar y esclarecer. Pero, si la disputa fue grave, simplemente, olvídate de él.
Piscis
Piscis es el signo de la evasión: Cuando se siente invadido de problemas, se desconecta y se pierde en un mundo mejor. Es afectuoso y dulce e intenta seguir así en situaciones difíciles. Cuando se la ve venir, escapa al menos, con su imaginación. Cuando el conflicto pasa a mayores y no puede escabullirse, simplemente explota.
Los enojos de este signo son muy violentos, de mucha bronca contenida y también inesperados, porque te acostumbran a su sonrisa y no a reacciones tan bruscas. Entonces, los piscianos pueden hacer los comentarios más hirientes que te imagines, desparramar insultos y barbaridades, pueden darse la cabeza contra la pared o revolearte con algo. Piscis, el signo más compasivo, cuando está enojado puede ser el más desconsiderado.
Es preferible que te mantengas alejado. Esa tempestad, no suele ser larga y piscis pronto vuelve a su estado habitual para más tarde, poder hablar o sencillamente, dejarlo así.
Contexto.