El camionero Héctor Romero, detenido por su presunta participación en la desaparición de María Cash, fue indagado en el marco del caso de la joven diseñadora, vista por última vez el 8 de julio de 2011 en Salta. El hombre quedó imputado y fue detenido, aunque se abstuvo de declarar.
María Cash: ¿por qué detuvieron ahora al camionero y pasó de testigo a posible asesino?
Héctor Romero es la última persona que vio con vida a María Cash, en 2011. El hombre ya estaba en el expediente pero algo hizo resurgir su nombre
Romero fue arrestado este martes por orden de la jueza Mariela Giménez, a 13 años del inicio de la investigación. Desde un principio, el camionero estaba vinculado al expediente, ya que habría sido la última persona en ver a Cash con vida. Inicialmente, el hombre figuraba en el caso como testigo, pero en los últimos días su situación procesal cambió, y ahora está detenido por su posible relación con la desaparición de la joven.
Tras su detención, efectivos de Gendarmería Nacional lo trasladaron a la sede de la Policía Federal en Salta. Romero fue indagado ayer, cerca de las 11.30, e imputado por el homicidio calificado por alevosía de la diseñadora. Para las autoridades, María Cash fue asesinada.
¿Por qué se detiene ahora al camionero?
¿Por qué ahora se detiene el camionero y no se lo detuvo antes? En principio, se detectaron inconsistencias en sus declaraciones a lo largo de los años, lo que generó dudas entre los investigadores y las autoridades judiciales.
En su testimonio inicial, Romero afirmó haber recogido a María Cash en la rotonda de Torzalito, en General Güemes, y haberla llevado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas. Sin embargo, luego hizo algunas modificaciones en su relato y se reforzaron las sospechas en su contra.
Otro indicio que se baraja en la presunción de la culpabilidad del camionero tiene que ver con que cuando se reactivó la causa, Héctor Romero y su hermano David mantuvieron una conversación que despertó interés en el marco de la investigación.
Trascendió que David le preguntó a Héctor: “¿Ha visto el quilombo otra vez de la hija de puta esa que se ha perdido?”. El chofer respondió que estaba pensando en el tema porque era 8 de julio, es decir, el aniversario del día en que “supuestamente” había levantado a “esa” mujer en la ruta. Durante el intercambio, David le sugirió a Héctor cómo actuar si fuera citado a declarar. “Tenés que declarar lo mismo que has declarado”, afirmó. No obstante, Héctor tomó distancia: “Yo nunca dije que era ella”.
Meses después, a mediados de noviembre, David fue citado por la Justicia y reveló que su hermano “se mandó una cagada”. “Que se haga cargo”, afirmó luego. Así complicó aún más la situación de Héctor.
El misterio de María Cash
El caso de María Cash registra, por estas horas, los primeros avances luego de años de muchas teorías y ninguna confirmación. Nadie sabe, hasta el momento, qué es lo que pasó con la joven. Los días previos a su desaparición fueron erráticos, por lo que los investigadores no podían descartar ninguna hipótesis.
Según se pudo reconstruir, la joven diseñadora de 29 años salió de su casa del barrio porteño de Constitución, con destino a Jujuy, impulsada por su rechazo al ritmo de la vida en la ciudad. Fue un amigo de ella, Juan Pablo Dumón, quien le ofreció un proyecto para vender la ropa que diseñaba y un taller donde confeccionarla en el norte del país.
El martes 5 de julio se bajó de forma inesperada del micro en San Martín de Tucumán porque había gente que “no le gustaba en el colectivo”. Ese mismo día se tomó un nuevo micro hacia la capital de Jujuy. Sin embargo, la joven volvió a descender en Rosario de la Frontera, Salta. Desde allí, un camionero la llevó al sur de la capital de Santiago del Estero.
El miércoles 6 de julio María volvió a emprender viaje hacia San Salvador de Jujuy. Al llegar, se acercó a un taller mecánico para cargar el celular, luego deambuló por la ciudad y, finalmente, se tomó un taxi para ir a la casa de su amigo. Esa misma tarde fue vista por testigos haciendo dedo en el pueblo Pampa Blanca y horas después se comunicó con su familia. Según el relato de la madre, la joven dijo que quería volver justo antes de que se corte la comunicación. En consecuencia, radicaron la denuncia en una brigada de Salta. Por la noche, llegó a un peaje de la capital salteña y al otro día, se presentó en el hospital San Bernardo, lugar que abandonó al poco tiempo. Durante el resto de la jornada, anduvo sin rumbo fijo.
El día de su desaparición, María tocó la puerta de una casa en la que solicitó asilo, pero la familia se lo negó. Luego, relataron que la joven había mencionado que no quería ingresar a un lugar que se encontraba frente a la vivienda, que era un prostíbulo. Esa misma mañana, envió un mail desde Salta a su familia. Poco después, sus padres y sus hermanos partieron desde Buenos Aires para buscarla. En simultáneo, María regresó al peaje. La joven hizo dedo y la familia Causarano la llevó hasta la Rotonda Güemes en la caja de su camioneta. En ese lugar, fue donde la recogió Romero. Nadie sabe aún lo que pasó después, pero nunca más la vieron. De eso hace ya 13 años.