Al menos 11 personas resultaron heridas como consecuencia de las severas turbulencias que sufrió este martes un vuelo de la compañía aérea alemana Lufthansa, que unía las ciudades de Buenos Aires con Frankfurt.
Un avión de Lufthansa que salió de Ezeiza sufrió severas turbulencias: al menos 11 heridos
El avión sorteó el inconveniente en pleno vuelo sobre el Atlántico sin tener que hacer una parada de emergencia y pudo llegar a Frankfurt, Alemania.
El avión, que había despegado del Aeropuerto Internacional de Ezeiza este martes sufrió el inconveniente cuando atravesaba el Océano Atlántico. Luego de varios minutos de tensión, el piloto pudo sortear el imprevisto sin tener que hacer ninguna parada de emergencia. Finalmente, el vuelo aterrizó sin problemas en el destino.
"Desgraciadamente, por ahora, cinco pasajeros y seis miembros de la tripulación sufrieron lesiones, en su mayoría leves, y recibieron atención médica después de que el avión aterrizara", comunicó una portavoz de la empresa sobre lo ocurrido abordo del vuelo LH511.
Sin embargo, no se brindaron precisiones acerca de las 11 personas que resultaron heridas. "Están siendo atendidas en un sanatorio de Frankfurt, pero ninguna reviste gravedad", llegó a informar.
Las "breves y violentas" turbulencias con las que se encontró el Boeing 747-8 de doble piso, cargado con 329 pasajeros y 19 miembros de la tripulación, se produjeron en pleno vuelo, cuando atravesaban el Atlántico, en "una zona de convergencia intratropical", según explicó Lufthansa, que precisó que "la seguridad del vuelo nunca estuvo en peligro".
“Las turbulencias se generaron sobre el Ecuador en una zona que tiene este tipo de depresión: hay corrientes de aire muy fuertes que pueden provocar turbulencias. Sin embargo, la seguridad del vuelo no estuvo en peligro en ningún momento”, subrayó uno de los pilotos de la aeronave.
"Lufthansa lamenta las molestias causadas a los pasajeros", manifestó la compañía luego de lo ocurrido, a través de un comunicado oficial. Las imágenes que se pudieron ver muestran que hubo daños dentro de la cabina, al igual que en los compartimentos de las máscaras de oxígeno y los ventiladores.
Según los datos de Flight Radar 24, el avión registrado bajo la matrícula D-ABYP, estaba a una altura de 33.000 pies, previo a ser afectado por las turbulencias sobre el Atlántico. Y en menos de 60 segundos, la velocidad de la aeronave cayó de 946 kilómetros por hora a 450. Luego, pudieron volver a subir a una velocidad de crucero de 955 km/h
Horas más tarde, los pilotos decidieron subir otros 2000 pies para evitar la zona de mal tiempo, una decisión que tampoco funcionó.