Investigadores en ciencias del comportamiento analizaron los usos de las pantallas en los niños de primera infancia, y detectaron consecuencias como mayor dificultad en adquirir el lenguaje. Para el estudio, se analizó el consumo de más de 5 mil niños de 0 a 3 años de Latinoamérica, Norteamérica y Europa.
Una investigación detectó problemas en el habla en los más pequeños por el uso excesivo de pantallas
Recomendaron el uso de una hora como máximo por día, y que consuman contenido educativo ó acompañados por los padres, aunque "el problema no es tanto el consumo, sino qué contenidos y cómo los consumen"
![6 de cada 10 chicos se comunican usando el celular y 8 de cada 10 usan internet. 6 de cada 10 chicos se comunican usando el celular y 8 de cada 10 usan internet.](https://media.lacapital.com.ar/p/579be5d4e09a1ad95dcdf7811c6b281b/adjuntos/203/imagenes/017/560/0017560938/642x0/smart/web2jpg.jpg)
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
El investigador Lucas Gago Galvagno es Magister en Psicología Cognitiva y del Aprendizaje (Flacso) y Doctor en Psicología (UCA-Conicet), y precisó en el programa El mejor día de la semana (Radio 2) que “cuanto mayor es el uso de pantallas (celulares, tablets, televisores, etcétera), los chicos desarrollan menor vocabulario, y los hitos del desarrollo avanzan más tardíamente”.
De Latinoamérica investigaron casos de 19 países. “Comparamos el uso de las pantallas entre países y no vimos diferencias, ya que en todos se utilizan las pantallas más tiempo del que recomienda la Sociedad Internacional de Pediatría (de una hora como máximo por día), lo cual es alarmante”, estableció.
Explicó entonces que “el uso excesivo de pantallas genera patologías como ralentización en el desarrollo del lenguaje, y hay estudios en adolescentes en el mundo que muestran que mayor uso de pantallas genera mayor cantidad de depresión y de ansiedad”.
El problema de las pantallas, aseveró el investigador, es que son seductoras: “Su uso es pasivo, solo requiere sentarse y scrollear. Y dejar el televisor de fondo es considerado un consumo de pantallas que perjudica la comunicación de los niños con los adultos”.
Un dato para acompañar el consumo de las pantallas
Consultado sobre qué recomiendan los especialistas, Gago Galvagno destacó: “Que el consumo sea siempre acompañado y con contenido apropiado a la edad, y de contenidos educativos, algo que también recomiendan la Unesco y la Organización Mundial de la Salud”.
Por otra parte, aseguró que si el adulto acompaña ese uso activamente, interactúa y cuenta historias en base a la pantalla, su uso tiene un fin didáctico: “Detectamos que, en los casos que los infantes consumen contenido educativo ó que su consumo es acompañado por los padres, los efectos en su desarrollo son aminorados e incluso encuentran efectos positivos. Y por eso entre las conclusiones que arribamos entendimos que no es tanto la pantalla el problema, sino cómo se utiliza”.