La tarde del lunes marcó un giro clave en la investigación por la desaparición del subcomisario Cristian Abrigo, de 38 años. Luego de 18 días sin noticias, su cuerpo fue hallado enterrado en un campo de la zona rural de Progreso, departamento Las Colonias. La confesión de un policía en actividad, detenido y con licencia médica, fue la pieza que permitió llegar al macabro hallazgo.
Un policía envuelto en el crimen del subcomisario Cristian Abrigo y una trama que lo uniría al asesinato del comisario retirado en Monte Vera
Este lunes se encontró el cuerpo del del subcomisario Cristian Abrigo enterrado en un campo en Progreso. Ahora, es probable, que también se investigue otra muerte ligada a esta, la de otro policía ocurrida en Monte Vera

Por Juan Trento

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El lugar en la localidad de Progreso, que fue señalado por uno de los detenidos, donde hallaron el cuerpo del policía que estaba desaparecido, Cristian Abrigo
El operativo estuvo encabezado por la fiscal de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA), María Laura Urquiza, junto a su equipo judicial y efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), la Dirección de Investigaciones Complejas (DICE), la Unidad Regional XI Las Colonias y bomberos zapadores. El uniformado detenido, identificado como F.C., quien prestaba servicios en la Guardia Rural Los Pumas, fue quien, ante la presión de la prueba y en presencia de su abogado defensor, señaló el lugar exacto donde estaba la fosa.
El hallazgo
Bajo una frondosa arboleda y cerca de un alambrado divisorio de potreros, la pala de los bomberos comenzó a descubrir lo que la investigación buscaba: el cuerpo de Abrigo, cubierto por un montículo de tierra y ramas secas. A pesar del avanzado estado de descomposición, los tatuajes en su pantorrilla y nuca permitieron confirmar la identidad. El subcomisario había desaparecido el viernes 28 de febrero, cuando salió de su casa en el barrio La Esmeralda vestido con una remera rosada, short negro y ojotas, elementos coincidentes con los restos encontrados.
La fiscal ordenó el secuestro de una pala con tierra adherida, hallada en una tapera cercana, junto a un par de ojotas negras: una sobre una mesa de luz y la otra en el piso. La misma tapera mostró un gran desorden, lo que sugiere que podría haber sido la escena del crimen. Todos estos elementos serán claves para reconstruir las últimas horas de Abrigo.
El cadáver fue trasladado a la morgue judicial para la realización de la autopsia, pero los primeros indicios ya hablan de una muerte violenta y brutal. La hipótesis más firme señala un asesinato atroz, perpetrado con saña.
Una trama mafiosa y ¿un crimen conectado?
El caso toma un giro aún más oscuro: la participación de un policía en actividad y con carpeta médica actualmente en el crimen de un subcomisario, deja en evidencia una trama mafiosa que envuelve a miembros de la fuerza. El móvil estaría relacionado con actividades ilegales vinculadas a la compraventa de autos usados y al cambio de moneda extranjera. Tanto Abrigo como los dos detenidos (un policía y un civil), habrían recibido importantes sumas de dinero de terceros, para hacerlos “rendir” en oscuros negocios financieros.
La investigación ahora apunta también a otro asesinato: el del comisario principal retirado Tito del Jesús Suárez, de 72 años, encontrado sin vida y apuñalado en su casa de Monte Vera el 27 de febrero. La proximidad temporal y geográfica de ambos crímenes siembra un gran interrogante: ¿existe un vínculo entre ambas muertes? Suárez fue hallado por su hijo esa misma noche. Al día siguiente, Abrigo dejó su casa, presumiblemente con la intención de volver en pocas horas, y fue encontrado enterrado a 75 kilómetros de distancia.
Lo que viene
El jueves o viernes se llevará a cabo la audiencia imputativa para los dos detenidos: el policía F.C. y un civil. Ambos tienen sus teléfonos secuestrados, donde habría información clave sobre llamadas y contactos que podrían destapar una red criminal mucho más grande. Mientras tanto, la fuerza policial santafesina mira con preocupación y atención el avance de un caso que sacude a la institución y deja al descubierto el costado más oscuro de la delincuencia organizada.
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