En medio del plan de austeridad lanzado por el gobierno de Maximiliano Pullaro, el directorio de Aguas Santafesinas (Assa) decidió no abonar un premio que cobran cada año sus empleados y que supera largamente los dos millones de pesos. Una decisión que, anticipan desde el directorio de la empresa, abrirá un foco de conflicto con el sindicato del sector.
Aguas Santafesinas cierra la canilla y no pagará un premio millonario que cobran sus empleados
Con la emergencia como paraguas legal, la empresa no abonará un beneficio que viene del gobierno de Obeid y se prepara para un conflicto con el sindicato
Por Mariano D'Arrigo
Se trata de un incentivo a la productividad que cobran todos los empleados de la firma en dos partes: un 40% en marzo y un 60% en octubre. El origen de ese beneficio se remonta a un acuerdo entre el segundo gobierno de Jorge Obeid (2003-2007) y el sindicato, en el marco del proceso de estatización de la compañía, que estaba en manos del grupo francés Suez.
Aguas tiene como paraguas legal para no abonar la segunda parte de ese premio la declaración de emergencia de la empresa, que se votó en junio en la Legislatura. El ahorro para la empresa, señalan desde la compañía, es de 2.400 millones de pesos.
La jugada se da en medio de un proceso de ajuste en la empresa conducida por Anahí Rodríguez para ordenar las cuentas.
Desde la dirección de la compañía señalan que los dos grandes problemas que encontraron al asumir fueron el déficit y la desinversión, por un lado, y el atraso tarifario, por el otro.
"Había una situación de descontrol, desidia y abandono. Con un sindicato que pretende una cogestión y tomar decisiones de conducción. Había que tomar el toro por las astas", plantean.
Medidas
En este camino, la empresa eliminó cinco gerencias —general, operaciones, relaciones institucionales, recursos humanos, contrataciones— y el directorio asumió sus funciones.
También se suprimieron ingresos y promociones, se revisaron los ingresos a planta permanente en octubre y noviembre de 2023, se congelaron los cargos vacantes y se fortaleció el control de las horas extra y los adicionales por guardia.
A tono con el clima de época, la conducción de la compañía muestra la carta de la privatización para tratar de alinear al gremio con sus objetivos y que el conflicto no se desborde.
Desde el cambio de gestión se produjeron más de 50 desvinculaciones y hay más en carpeta. En diciembre la empresa contaba con 1.474 empleados y hoy tiene 1.338. Las horas extra se redujeron de 11.700 en enero a 7.900 en julio. Por la reducción del presentismo, calculan en Assa, lograron recuperar 541 días de trabajo.
Directivos de la empresa relatan situaciones insólitas, como el caso de una persona allegada al sindicato que viajó a Arabia Saudita y las islas Canarias con goce de sueldo, y el de un empleado que cuando revisaron el GPS del vehículo oficial descubrieron que estaba en el casino.
Una empresa autosustentable, el objetivo de Maximiliano Pullaro
Según estiman desde la empresa, las medidas de ajuste suponen un ahorro de 20 mil millones de pesos, el mismo monto que ingresó a Aguas por el aumento de tarifas a los usuarios.
"El objetivo es ser una empresa autosustentable", resaltan desde la conducción de Assa, que tiene un presupuesto de 141 mil millones de pesos. El 2024 empezó con un 28% de recursos propios, subió a 45% en abril y a 53% en julio y el presupuesto elevará esa cifra a 82%.
La intención es financiar obras con los recursos ahorrados. En octubre el gobernador Pullaro anunciará una serie de obras para renovar caños de agua y cloacas, que en el caso de Rosario pueden llegar a los 120 años de antigüedad.