“El Infierno”. Ese será el nombre que el propio gobierno le dará a la nueva cárcel para presos de alto perfil que se construirá en Piñero, cerca del penal que ya existe en esa localidad, en el sur provincial.
"El infierno", una cárcel de máxima seguridad en el sur provincial con restricciones más duras que las de Bukele
Las obras del nuevo penal comenzarán a fines de este mes. Allí, los presos estarán en situación de aislamiento y bajo control absoluto

“El infierno es el nombre que le va a corresponder porque es un lugar que va a marcar un límite a la violencia, a la impunidad, al miedo que le generaron a la sociedad estas personas”, dijo el respecto la secretaria de Asuntos Penales del Ministerio de Seguridad, Lucía Masneri, en diálogo con el programa De boca en boca, de Radio 2.
El plazo de construcción del nuevo penal, que la provincia pretende que sea la más segura de Argentina y América Latina, es de 18 meses. Las obras comenzarán entre el 25 y el 28 de marzo.
Masneri dejó en claro que no es una ampliación del penal actual, sino una nueva unidad que “va a tener la facultad, desde lo funcional, de evitar fugas desde adentro y ataques desde afuera”.
Peor que en El Salvador
En cuanto a lo diario, los presos estarán en situación de aislamiento, podrán recibir solo visitas de media hora y separados por un blindex de sus familiares, y bajo “control absoluto de sus movimientos”, con la idea de impedir que vuelvan a producirse situaciones de “home office” delictivo, en las que desde adentro de las cárceles se daban órdenes para la comisión de delitos afuera.
“Es más que una cárcel de máxima seguridad”, dijo Masneri, que aseguró que las medidas restrictivas serán incluso más duras que las que aplica en El Salvador Nayb Bukele.
Ese control para todos los presos abarcará también las comunicaciones telefónicas, dijo la funcionaria.
En cuanto a las características edilicias del penal, Masneri dijo que será una construcción modular con doble cerco perimetral, que no solo se podrá caminar por arriba, sino también vehicularmente por abajo.
Tendrá también un torreón de 25 metros de alto, desde donde se podrá ver si se acerca un auto e incluso un helicóptero. La referencia última tiene que ver con el intento de fuga por aire que planificó, sin éxito, el narco Esteban Lindor Alvarado, preso en Ezeiza.