En el marco de los recientes cambios dentro de la jerarquía eclesiástica de Santa Fe, el padre Marcelo Blanche asumió como nuevo párroco de la Basílica de Guadalupe. En una charla distendida con Fabián Acosta en FM UNO 106.3, el sacerdote compartió sus expectativas, su trayectoria y los desafíos que implica asumir en uno de los templos más emblemáticos de la región.
El padre Marcelo Blanche, nuevo párroco de la Basílica: su trayectoria y desafíos en una Santa Fe con una "situación social crítica"
El sacerdote, en diálogo con UNO 106.3, se refirió además al rol de la tecnología en la evangelización actual, de la promoción de la vocación sacerdotal y del legado del Papa Francisco


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Marcelo Blanche, el nuevo párroco de la Basílica de Guadalupe
Fabián Acosta (FA): Padre, ¿cuáles son sus sensaciones al asumir la conducción de la Basílica de Guadalupe?
Padre Marcelo Blanch (PMB): Llego con muchas expectativas y con la responsabilidad de suceder a alguien que hizo mucho por la Basílica, como el padre Olidio Panigo. Mi labor en la Iglesia siempre ha estado ligada a diferentes comunidades y, hasta ahora, me desempeñaba al frente de Cáritas y en el Seminario. Ahora me toca este nuevo desafío, que asumo con alegría y compromiso.
FA: Usted menciona su paso por Cáritas y el Seminario. ¿Cómo fueron esas experiencias?
PMB: En Cáritas trabajé tres años, ya que los períodos de gestión son de esa duración. En paralelo, también estuve en el Seminario, donde se forman los futuros sacerdotes. Estas experiencias me han permitido conocer de cerca las necesidades sociales y la importancia de la contención espiritual y material que brindamos desde la Iglesia.
FA: Su trayectoria pastoral es extensa. ¿Por dónde ha pasado en estos 28 años de sacerdocio?
PMB: Comencé en Esperanza, luego en Galvéz y después en el barrio Centenario, donde llegué en plena inundación de la ciudad de Santa Fe. Más tarde pasé por una comunidad rural al norte de la provincia y luego fui a El Trébol. En 2019 me destinaron a barrio Yapeyú, donde me tocó vivir la pandemia. Finalmente, estos últimos tres años estuve en el Seminario.
FA: Volver a Guadalupe también debe ser un viaje a sus orígenes...
PMB: Sin dudas. Guadalupe es un lugar muy significativo para mí. Ahí fue donde fui ordenado sacerdote. Un día entré a la Basílica para una misa y salí sacerdote. Es un lugar de peregrinación y encuentro, y es emocionante volver con este rol.
FA: Asumir en Guadalupe también implica tomar la posta del padre Olidio Panigo. ¿Qué siente al respecto?
PMB: Es un honor. Olidio fue un sacerdote muy querido y logró grandes avances, especialmente en la instalación de la Basílica en el mundo virtual, lo que permite que muchas personas de diferentes lugares sigan las celebraciones. Lo conocí desde mis años de seminarista y fue un referente para mí. Ahora me toca continuar su labor, con el desafío de mantener el templo como un espacio abierto para los peregrinos.
FA: En su infancia en San Javier, ¿cuál fue su primer contacto con la Iglesia?
PMB: Mi formación comenzó en la catequesis y como monaguillo. San Javier tiene muchas capillas dispersas y el sacerdote recorría constantemente las colonias. Yo lo acompañaba, lo que me hizo ver que un sacerdote no está en un solo lugar, sino que debe estar disponible para diversas comunidades. Ahí surgió mi vocación.
FA: Mencionó que habló con Monseñor Sergio Fenoy sobre su nuevo rol. ¿Cuáles fueron sus indicaciones?
PMB: Me pidió que mantuviera la Basílica como un lugar de peregrinación y acogida. Además, continuar con los proyectos sociales, como la Casa Juan Diego, que trabaja en la recuperación de personas en situación de vulnerabilidad. También resaltó la importancia de seguir promoviendo la devoción a la Virgen de Guadalupe, que es una de las más tradicionales de nuestra región.
FA: La Basílica es un centro de fe para personas de toda la región y otras provincias. ¿Cómo ve el rol de la tecnología en la evangelización actual?
PMB: Es fundamental. Las plataformas virtuales permiten llegar a personas que de otro modo no podrían participar. La pandemia reforzó esta necesidad y ahora tenemos un nuevo desafío: sostener esta presencia online para seguir acompañando a los fieles.
FA: Desde su experiencia en Cáritas, ¿cómo percibe la situación social en Santa Fe?
PMB: Es crítica. Se ve a muchas personas buscando en la basura, lo que refleja la gravedad de la situación. Las parroquias reciben cada vez más personas en busca de ayuda. Además, hay una crisis de valores y de vínculos humanos que también debemos abordar.
FA: En cuanto a las vocaciones sacerdotales, ¿cuál es la situación actual?
PMB: Hay una preocupación, porque los seminaristas han disminuido. Hoy en Santa Fe hay 12 jóvenes en formación. En 8 años, si todo sigue su curso, tendremos 12 nuevos sacerdotes, pero las necesidades pastorales crecen y debemos seguir promoviendo las vocaciones.
FA: Finalmente, se cumplieron 12 años del pontificado del Papa Francisco. ¿Cómo ve su legado?
PMB: Francisco ha traído una renovación a la Iglesia, promoviendo una mayor apertura y cercanía con la sociedad. Sus enseñanzas han dejado una huella y, aunque cada Papa tiene su estilo, creo que los cambios que él impulsó llegaron para quedarse.