Por Aquiles Noseda y Mauro Bacca
Un año de gestión del intendente Poletti: de meses "duros y sufrimiento" a una Santa Fe que "está cambiando"
En una entrevista con UNO Santa Fe, el mandatario hizo un balance del 2024 al frente de la ciudad, reafirmó su compromiso con el futuro de la capital provincial, anticipó los grandes desafíos que se vienen y destacó el impacto personal que le causó el accidente fatal en la Costanera
A un año de su gestión, el intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, reflexionó sobre los avances y desafíos que enfrenta la ciudad. El mandatario visitó la Redacción de UNO Santa Fe, donde habló sobre los momentos difíciles de su inicio en el cargo, pero expresó satisfacción por los progresos logrados y su compromiso con el futuro de la ciudad.
Subrayó el plan de iluminación inédito que se viene y la mejora en la seguridad mediante el centro de monitoreo y las cámaras de vigilancia.
Sin embargo, también fue crítico con los aspectos que aún requieren atención, como la limpieza de la ciudad y el manejo de la seguridad vial. Estos son algunos de los puntos más relevantes de este primer año de gestión, marcado por grandes desafíos para el gobierno de la ciudad, al cumplirse el primer aniversario de su mandato.
Juan Pablo Poletti, mano a mano con UNO Santa Fe
UNO Santa Fe: Cuando mira hacia atrás y analiza el camino transitado de apenas un año de gestión, ¿con qué se encuentra?
Juan Pablo Poletti: Se cumple un año de haber asumido y casi dos años de la decisión tomada. Lo primero que veo es que estoy feliz de lo que elegí, estoy convencido de la decisión que tomé. Los primeros tres meses fueron muy duros, lo sufrí. Fueron tres meses donde tuve llanto, mucha impotencia; veía que no solucionaba un problema, iba a trabajar cada vez más temprano y la ciudad estaba más fea. Fui autocrítico en febrero sobre mi gestión y lo dije, pero hoy les puedo decir con tranquilidad que encontramos equipo. Estamos tomando problemas que nadie quiso tomar, estamos haciendo cambios en la ciudad, los vecinos lo ven, los vecinos me lo reconocen. Falta un montón, pero decididamente en un año hicimos para lo que asumimos: hacer cosas diferentes a lo que se hacía antes.
UNO: En su discurso de asunción, usted dijo: “Muchos se preguntarán, ¿qué hago acá y por qué me involucro?”. Un año después, ¿cómo lleva adelante la gestión?
J.P.P: No hay que perder de contexto las condiciones en las que asumí: evacuados, ríos altos, una gran tormenta, un Gobierno Nacional que vino a hacer cuestiones disruptivas. Para un político novato, que nunca había estado ni en un centro de estudiantes, todo ese combo hizo que los primeros tres meses fueran muy duros. Pero hoy soy realmente un intendente comprometido en querer cambiar cosas. Así que, de lo personal, “del qué hago acá… lo cambio por qué feliz que estoy acá”.
UNO: Mucho de lo que se viene está relacionado con los problemas que hemos mencionado durante todo este año. Según la información oficial del municipio, uno de los inconvenientes más recurrentes que afectó a los santafesinos fue la iluminación, como lo reflejan los reclamos al 0800 del municipio. ¿Podría contarnos más sobre el programa inédito en materia de iluminación que se está implementando?
J.P.P: Hubo una decisión política de cambiar algo que se venía haciendo siempre igual. Para resolver los problemas, es fundamental hacer algo distinto. Si miramos hacia atrás, en las últimas gestiones municipales hubo 14 licitaciones de iluminación en 10 años. Nadie puede decir que no se le dio importancia al tema, pero, ¿qué pasó? Las luces se rompían, se vandalizaban y el vecino seguía con la luz apagada.
Volver a hacer una licitación de luces bajo ese esquema era como tirar dinero para que el problema se repitiera. Al asumir, me encontré con el 40% de la ciudad a oscuras, a pesar de la enorme inversión que se hizo en iluminación en el pasado. Por eso, decidimos cambiar el enfoque.
UNO: Entiendo que dos empresas santafesinas serán las encargadas del servicio. ¿Cómo se implementará este cambio?
J.P.P: Correcto. La licitación la ganó una UTE santafesina, y hay que destacar que lo hizo con un presupuesto 6.000 millones de pesos por debajo del oficial. Lo que hicimos fue diseñar una estrategia basada en dos pilares: refuncionalización y mantenimiento, que es la palabra clave de este programa.
Lo que nosotros queremos es que el reclamo del vecino se solucione a las 48 horas.
UNO: -¿Cuándo se firma el contrato con la UTE y cuándo va a empezar a operar?
J.P.P: El contrato lo vamos a firmar en los próximos días. Va a llevar seis meses tener toda la ciudad prendida porque hay muchas luces deterioradas.
Seguridad
UNO: -¿Qué se viene respecto a las cámaras de vigilancia y el nuevo centro de monitoreo que ya se levanta en Barranquitas?
J.P.P: Nosotros ya hicimos una inversión desde el municipio para cambiar la tecnología de nuestro centro de monitoreo actual, que ya puede ver las cámaras de provincia. Hicimos un convenio para que provincia pueda ver las nuestras y nosotros las de provincia.
Desde el municipio, consideramos que la implementación del centro de monitoreo y el trabajo en conjunto del binomio policial —un guardia de la GSI junto con un agente de la fuerza policial— es clave para garantizar la seguridad en la ciudad. Este modelo ya ha demostrado su efectividad: gracias a las denuncias de los vecinos y la intervención del binomio policial, se logró la detención de cinco cuidacoches con pedido de captura.
El proyecto de seguridad incluye la instalación de un nuevo centro de monitoreo en la Estación Barranquitas, que contará con tres áreas diferenciadas:
- Un piso será destinado al monitoreo provincial.
- Otro piso estará exclusivamente para el monitoreo municipal.
- Un tercer piso será para las operaciones de la GSI, con espacio disponible en caso de que alguna fuerza nacional, como Gendarmería, decida instalar una base en el lugar.
En cuanto al uso de tecnología, hay un fuerte compromiso con la instalación de cámaras. A nivel provincial, se anunció la incorporación de 2.000 cámaras de vigilancia para Santa Fe, que serán implementadas en etapas. Además, se confirmó que se destrabaron los trámites burocráticos para las cámaras comprometidas por Nación. Esto incluye lectores de patentes, domos y 20 cámaras adicionales, cuya llegada está próxima tras la firma del convenio correspondiente.
Uno de los proyectos más importantes es el desarrollo del Anillo Digital, un sistema de control en los accesos estratégicos a la ciudad. Este esquema se basa en cinco puntos clave:
- Dos accesos por el este: la autopista y el puente carretero.
- Dos por el norte: Blas Parera y Aristóbulo del Valle.
- Uno por el oeste: la Ruta 168.
El sur, al estar delimitado por agua, no requiere de puntos de control adicionales. Con solo cinco lectores de patentes, podríamos establecer este anillo, que fortalecerá la vigilancia y el control vehicular, ayudando a prevenir delitos y mejorar la seguridad en los ingresos a Santa Fe.
UNO: ¿Se podrá saber qué auto ingresa o sale de la ciudad?
J.P.P: Es un lector que dispara una alerta cuando un auto tiene pedido de captura.
Cuidacoches
UNO: Otro de los temas que el municipio decidió abordar y que posiblemente tenga continuidad el año que viene, es el tema cuidacoches. ¿Qué saldo deja la intervención en zona de estacionamiento medido? Se avanzará en la zona de bares y barrio Candioti, después de una iniciativa municipal para la zona que se frenó
J.P.P: Al igual que con el cambio en la gestión de las luminarias, el objetivo principal es romper con las viejas prácticas. Antes, el problema de los cuidacoches se ignoraba; ahora, hemos asumido la responsabilidad de enfrentarlo con una decisión política clara y un nuevo paradigma.
En esta Etapa 1, reconocemos que el desafío persiste: hay 330 cuidacoches censados en la ciudad. En esta primera fase, trabajamos con 115 de ellos, y el 80% aceptó sumarse a cooperativas que ya colaboraban con el municipio. Es importante destacar que no creamos cooperativas nuevas, sino que integramos a estas personas en esquemas existentes.
Este modelo ha generado un doble beneficio: para el cuidacoche que ahora cuentan con un trabajo más digno, con horarios definidos, una paga diaria y previsibilidad económica, y para la ciudad que ordena una problemática histórica, sin expandir el Estado, ya que no se incorporaron como empleados municipales, sino a través de cooperativas.
El enfoque busca que estas personas realicen una actividad laboral concreta durante el día, pero que puedan aspirar a otras oportunidades laborales por las tardes, alejándose del rol tradicional de cuidacoches.
Reconocemos que hay zonas del Estacionamiento Medido donde algunos cuidacoches han vuelto. Es un desafío constante, pero estamos firmes en nuestra postura de no retroceder. Aquellos que no se adaptan o insisten en prácticas indebidas serán retirados nuevamente, como ya sucedió con cinco cuidacoches que fueron detectados en las veredas, aparentemente cuidando autos, pero en realidad representando un potencial riesgo para la seguridad de los vecinos.
UNO: ¿Cuál es la etapa dos?, ¿se avanzará en Barrio Candioti y zona de bares?
J.P.P: Estamos preparando la Etapa 2 del plan. Aunque aún no está definido, es posible que se implemente en Barrio Candioti, aunque Aristóbulo del Valle también es una opción. Sabemos que no todos los cuidacoches son delincuentes. Hemos realizado un relevamiento que nos permite conocer quiénes son, dónde viven, cuántos hijos tienen y si son sostén de familia. Este trabajo previo es fundamental para evitar generalizaciones injustas que podrían llevarnos a tomar decisiones equivocadas. Por eso, no considero que haya un retroceso en este proceso.
En el pasado, se me acusó de ser políticamente débil porque algunos proyectos enviados al Concejo fueron devueltos para ser corregidos. Sin embargo, veo esto como una verdadera muestra de democracia. Escuchar las ideas de los concejales, incluso de la oposición, y aceptar aportes que benefician a los vecinos demuestra que estamos dispuestos a mejorar nuestras propuestas.
Actualmente, tengo mayoría en el Concejo, lo que me permitiría aprobar proyectos tal como los envío. Sin embargo, hemos preferido avanzar de manera reflexiva. Un ejemplo claro es el estacionamiento social asistido, que en algunos lugares funciona muy bien y que inicialmente apoyé con convicción. Pero también hicimos un timbreo de funcionarios casa por casa, escuchando a los vecinos, quienes en muchos casos nos dijeron: “No, no queremos esto”. Fue un momento para dar la cara, aceptar la crítica y redirigir los esfuerzos según las necesidades reales de la comunidad.
Esta forma de trabajar, abierta al diálogo y al aprendizaje, nos permite construir soluciones más efectivas y acordes a las demandas de la ciudad.
Picadas en la Costanera
UNO: En la Costanera hubo un hecho grave hace pocas semanas con un siniestro fatal. Se viene ahora en etapa de verano de muchísima actividad. ¿Qué evaluación está haciendo y qué medidas se tomarán?
J.P.P: Los lunes eran días muy difíciles en el hospital Cullen. Es difícil hablar como intendente cuando sucede un hecho así. Porque atrás hay una familia con mucho dolor y hay dos muertes. Una situación que no se soluciona con plata, con la colocación de un semáforo. Es una suma de cosas que tenemos que hacer.
Hay que poner manda peatón, hay que hacerlo, alguna vez hay que hacerlo. Hoy hay nueve reductores de velocidad en la Costanera que los pusieron otras gestiones, hay loma de burro, canteros para reducir la velocidad y que uno tenga que frenar y tomar otra dirección y eso hace bajar la velocidad. Además hay un cinemómetro.
UNO: ¿Qué más se puede hacer para evitar accidentes y muertes?
J.P.P: Si es necesario duplicar los controles, lo haremos. Pero no podemos poner un inspector en cada esquina, al igual que no podríamos tener una lancha en cada riacho para prevenir accidentes náuticos. La solución debe incluir un enfoque integral: además de reforzar los controles, necesitamos educación vial. La idea es clara: si tomás alcohol, no podés manejar ni un auto, ni una moto, ni una lancha.
Por eso hemos tomado decisiones activas. No se trata solo de sanciones económicas, como una multa por exceso de velocidad. Por ejemplo, firmamos un convenio para que las personas que infringen las normas de tránsito, especialmente quienes manejan con alcohol positivo, visiten el área de terapia intensiva del Hospital Cullen. Allí, podrán ver la realidad de los pacientes: jóvenes con múltiples cirugías, intubados, con familias devastadas afuera, rezando por sus vidas. Esa experiencia es mucho más impactante que una multa. Lo digo desde mi experiencia como médico y como exdirector del Cullen.
UNO: ¿Cómo responde la sociedad ante los controles?
J.P.P: Lamentablemente, en los operativos de tránsito, a veces los inspectores son agredidos por quienes intentan evitar sanciones, como la retención de motos que no cumplen con las normas. Incluso cuando se trata de proteger la vida de los pasajeros, como niños viajando en condiciones inseguras, parte de la sociedad se pone del lado del infractor y no del inspector.
El presupuesto del municipio
UNO: ¿Tiene recursos económicos la municipalidad?, ¿para qué le alcanza?
J.P.P: Sí, contamos con recursos, porque de lo contrario no hubiéramos podido realizar todas las gestiones y avances logrados este año. Por supuesto, el dinero está, pero debe ser administrado en función de las necesidades reales de los vecinos. Por eso priorizamos áreas clave, como la iluminación, y dejamos de gastar en cuestiones frívolas.
Un ejemplo claro es el ahorro en líneas telefónicas: teníamos 500 activas y dimos de baja 270 porque no sabíamos quién las usaba ni para qué. No se trata de demagogia, sino de sentido común y eficiencia. Ese ahorro puede parecer menor en el contexto del presupuesto general, pero cuando empezás a sumar medidas como esta, el impacto es significativo.
Otro caso es la despapelización: reducir el consumo de papel parece pequeño al principio, pero cuando dejamos de comprar miles de resmas, se traduce en un ahorro considerable. Cada acción que optimiza recursos no solo libera fondos, sino que también genera un efecto contagio, mejorando la cultura administrativa dentro del municipio.
La ciudad de los eventos
UNO: Rugby Championship y final de Copa Argentina. ¿Santa Fe, puede ser o ya es la ciudad de los eventos?, ¿es el molde justo para la capital provincial?
J.P.P: Te sumo otro ejemplo: el festival que se realizó en la Estación Belgrano, donde se reunieron 20.000 personas entre sábado y domingo; tuvimos 25.000 asistentes en la final de la Copa Argentina, y con Los Pumas en el estadio de Colón, 28.000. Santa Fe puede y debe ser una ciudad de eventos. Somos la capital de la tercera provincia más importante del país. ¿Por qué lo creemos? Porque tenemos con qué. Por ejemplo, enviamos un equipo de turismo a Neuquén para defender nuestra candidatura como sede del Congreso Nacional de Cirugía Pediátrica. Competimos con grandes ciudades como Mendoza, Córdoba y Mar del Plata, y Santa Fe ganó por un voto frente a Mendoza.
¿La clave? Mostramos nuestra ciudad. Si no la mostramos, nadie conoce su potencial. Santa Fe tiene mucho para ofrecer: somos la cuna de la Constitución Nacional, con un museo de nivel mundial que muchos santafesinos aún no conocen. Somos historia en el deporte, tenemos campeones mundiales, cultura, tradición cervecera, gastronomía destacada, el río, la isla… todo eso nos posiciona como una ciudad ideal para grandes eventos. Mi sueño es que regrese el TC2000. Sé que genera complicaciones, como cortar avenidas, pero es un evento único en el año. Pensá en cuántos fanáticos de todo el país verían Santa Fe en esa ocasión.
UNO: ¿Cambió Santa Fe en el último año? ¿Es una ciudad diferente?
J.P.P.: Sí, Santa Fe cambió, pero todavía falta mucho. Uno de los grandes desafíos para el próximo año es tener una Santa Fe más limpia. Hoy está sucia, y lo digo yo, el intendente. Necesitamos mejorar, implementar puntos limpios y evitar que haya basura en las calles. Es un reto que asumimos como gestión.
Sin embargo, los cambios son visibles. Por ejemplo, compará cómo estaba el Parque del Sur en enero y cómo está hoy. También mejoramos el Parque Federal y estamos en plena recuperación del Parque Garay.
El año que viene, además, vamos a inaugurar una estación de policía en el Parque Garay, junto con su puesta en valor. Nuestro objetivo es convertirlo en uno de los mejores parques del país. Los avances están, pero el compromiso sigue siendo enorme.