Las declaraciones de Cristian González luego de la derrota de Unión ante Talleres cayeron como una bomba en el mundo rojiblanco y el destinatario elegido por el Kily fue el presidente rojiblanco Luis Spahn.
El Kily tiene razón, pero equivocó las formas
El técnico de Unión salió con los tapones de punta y le apuntó a Luis Spahn. El mensaje del Kily es lógico y entendible, pero fuera de tiempo y lugar
El Kily le marcó la cancha a Spahn
Sin miramientos y de forma extemporánea, el DT, se despachó con palabras que aún retumban puertas adentro. Se puede cuestionar el momento elegido, pero no el contenido del mensaje.
Enojado por el resultado y viendo que su equipo entrega todo lo que tiene pero que con eso no alcanza, el Kily mostró su costado más visceral y con las pulsaciones a mil lo hizo responsable a Spahn.
Y estas declaraciones de alguna manera esconden la desconfianza que tiene el Kily hacia el presidente de Unión. Y es por eso que a tres fechas del final y con el equipo jugándose un lugar en la Copa Sudamericana, va con los tapones de punta.
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Le mete presión a Spahn para que el máximo dirigente reaccione, aunque está claro que no es el momento indicado. En todo caso, estas palabras, el técnico debió haberlas dicho luego del último partido que juegue Unión.
El Kily parece no creer más en el cuento de la buena pipa. Y no quiere más promesas, sino hecho concretos. Por lo cual, buscar alertar a todos, para que después nadie se sorprenda en caso de tomar una decisión.
La postura del técnico es válida y se ganó el derecho a marcarle la cancha a Spahn. Obviamente que sus declaraciones no le cayeron nada bien al presidente de Unión, pero forma parte del tire y afloje entre un dirigente y un entrenador.
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Seguramente en estos días Spahn y González volverán a charlar para limar asperezas. El presidente quiere que el Kily siga y el DT desea continuar en Unión.
Coinciden en ese punto, pero con eso no alcanza. Hacen falta hecho concretos por parte del presidente rojiblanco. El Kily le pasó la pelota y es Spahn el que la tiene bajo la suela y debe accionar.
Está claro que este clima no ayuda en nada y el DT debe enfocarse en lo futbolístico. Después habrá tiempo para lo otro, ahora debe primar la razón y no el enojo.