Los dos triunfos en cuatro días generaron calma y ayudaron a recuperar la confianza. Unión sumó su primera victoria del año ante Gimnasia y luego superó a Colegiales por Copa Argentina.
Unión y un partido que puede resultar bisagra pensando a futuro
Si bien Unión viene de dos triunfos consecutivos, el partido ante Independiente Rivadavia marcará para saber si hay o no una recuperación futbolística

Unión debe ratificar la mejora futbolística y para ello está obligado a ganarle a Independiente Rivadavia.
Unión y un partido que puede resultar bisagra
En ambos encuentros, sobre todo ante el Lobo, se advirtió una mejora futbolística, ganando ambos encuentros con absoluta justicia, pero ahora debe ratificar ese crecimiento, ante Independiente Rivadavia y en condición de visitante.
Por ello, para un Unión es un partido clave que le marcará el pulso pensando en lo que viene. Es un desafío para saber dónde está parado el equipo, ya que un mal resultado, sepultará las chances de clasificar entre los mejores ocho de su zona.
En consecuencia, el único resultado que le sirve para mantener la esperanza es un triunfo. Y para conseguirlo, tendrá que repetir las cosas buenas que mostró en los últimos dos cotejos.
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Y en función de lo que suceda en Mendoza, se sabrá si la levantada del equipo da para la ilusión o si en todo caso se trató de un simple espejismo.
Si bien en los últimos dos partidos, Unión marcó cuatro goles, el equipo muestra deficiencias en la generación de juego y le falta profundidad en ataque.
De hecho, ante Gimnasia, Lionel Verde marcó un golazo, cuando faltaban 10 minutos para el final del partido y en lo que fue una jugada individual.
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Y ante Colegiales, el Tate marcó tres goles, pero contó con las enormes ventajas que ofreció un equipo de una categoría inferior y que además recién ascendió a la Primera Nacional.
En consecuencia, el último partido no debería ser una referencia por lo mencionado anteriormente. Unión está obligado a protagonizar un buen partido, para despejar dudas y seguir ganando en confianza.
Un traspié volvería a generar preocupación y nerviosismo. El arranque del Torneo fue malo y el margen de error se achicó demasiado. El Kily y sus jugadores tomaron oxígeno, pero el mismo puede agotarse en caso de una derrota.